Seminario virtual: el rol del comunicador en la Fundación El Buen Pastor (FBP)-Provincia Colombo Venezolana
11 junio, 2021
“El mejor proyecto es uno mismo”
23 junio, 2021A pesar de los obstáculos siempre hay un mundo de oportunidades. Dilcia Coromoto Moreno, una mujer venezolana que con 47 años de edad llegó a Colombia en busca de mejores oportunidades, tanto laborales como de vida, dejando de lado a su numerosa familia, llegó con la esperanza de brindarles subsistencia. Ella llegó hace tres años y se ubicó en la terminal de trasporte de la ciudad de Cali, en busca de ayuda, justamente allí conoció a la Fundación El Buen Pastor, fueron las Hermanas del Buen Pastor quienes la indujeron a seguir un mejor camino haciendo parte del proceso. Desde ese momento la vida de Dilcia dio un gran giro, por el cual agradeció a las instituciones que la apoyaron: como lo son la Pastoral Migrante y Migración Colombia. A través del apoyo que brinda el Gobierno con el estatuto temporal de migración ella logró obtener el permiso de permanencia en Colombia para organizarse dentro del país. Fue un milagro para ella conocer a la Fundación, que la apoyo y le brindó orientación psicosocial en este tiempo de Pandemia, le dio alimentos, juguetes para sus nietas y sobrinas, le suministró algunos materiales para que ella pudiera elaborar productos para la venta y así mejorar sus ingresos. Dilcia es una mujer fuerte, con amplias expectativas que agradece a la vida y a la Fundación, todo el apoyo que le ha brindado, ella entiende que la Fundación El Buen Pastor tiene un gran propósito a lograr con las mujeres, que no solo son pertenecientes a la institución, sino a todas las que necesitan apoyo, y es lograr un cambio humano – espiritual, a través de diversas actividades, talleres de inclusión y reconocimiento. El sueño más grande de Dilcia es conseguir un trabajo estable, para poder ayudar a su hija que está en Venezuela. Ella es una mujer creyente y aferrada al amor de Dios, cada mañana se levanta y pide por su madre que se encuentra enferma, por su hija, sus nietos y su familia que es el motor de su vida. Ella se ha propuesto metas que quiere alcanzar, y para esto cuenta con el apoyo de la Fundación, desea seguir ayudando a mujeres que como ella son migrantes y sufren el dolor del abandono, quiere tenderles la mano, testificando que es posible vivir la misericordia. Dilcia quiere a través de su testimonio de vida inspirar a otras y otros que deseen apoyar la Fundación El Buen Pastor, para continuar su labor de ayudar a transformar la vida de las mujeres que lo necesiten, sin importar su nacionalidad, su estado y sus dificultades. Ella quiere seguir aprendiendo y vivir el legado de gratitud y amor. Por: Paula Lorena Rodríguez Vidarte |