El 3 de diciembre se conmemora el aniversario de la muerte del Conde Agustín de Neuville, quien fue un gran bienhechor de la comunidad y no solo un gran colaborador en la obra de Santa María Eufrasia, sino su gran amigo. Su deseo por ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad fue el motor para apoyar en la expansión de la obra y como narra Santa María Eufrasia en una de sus cartas agradeciéndole porque había vocaciones y se habían dado muchas conversiones.

Hoy cuando se celebra el Día del Laico del Buen Pastor, diría que el Conde Agustín  de Neuville, se ponía en los zapatos de los demás, y ese deseo por ayudar a los pobres, sobre todo a las mujeres y niñas más vulnerables nos debe mover a seguir apoyando desde cada uno de nuestros roles en la Fundación El Buen Pastor,  para que la obra siga adelante y brindando apoyo a tantas mujeres y niñas a través de cada uno de los programas que se tienen en las seccionales, que donde haya un laico, una religiosa del Buen Pastor, las mujeres sientan que no están solas y que se les brindará el apoyo correspondiente de acuerdo con cada una de sus situaciones. Que a ejemplo del Conde Agustín de Neuville, no solo seamos un apoyo económico sino como él lo hacía interesándose en cada una de las situaciones y brindando un apoyo desinteresado.

Por: Doris Sánchez, Partners en la Misión.