Reconocer lo valiosas que somos es lo más importante para cada una de nuestras vidas, por este motivo, te invitamos a leer el testimonio de Ingrid Castellanos, participante de la misión en la Seccional Manizales.
¡Únete con nosotras leyendo su historia de vida!
Mi nombre es Ingrid Castellanos, soy de Manizales, ama de casa y emprendedora. Me considero una persona un poco tímida y también alegre. Valoro mucho la solidaridad y trato a las personas con respeto y amabilidad. Desde que ingresé a la Fundación El Buen Pastor, mi vida ha cambiado significativamente. He aprendido a reconocer lo valiosa que soy y, principalmente, a quererme tal y como soy. A través de los talleres en la Fundación, he crecido como persona y aprendido a valorar cada pequeño detalle de la vida. Ahora comprendo la importancia del perdón y reconozco que, aunque hay días buenos y malos, todo tiene una solución.
Sanar y perdonar no es un proceso fácil, pero poco a poco, con mucha paciencia, fe y la ayuda de Dios, he avanzado en este camino. Dios ha puesto tantas cosas lindas en mi vida que hoy valoro profundamente mi familia, mi hogar, mis talentos y la oportunidad de haber ingresado a la Fundación.
También he aprendido sobre los diferentes tipos de violencias, no solo la física o verbal, sino también la financiera, donde alguien puede controlar tus ingresos, y la psicológica, como la indiferencia y la ley del hielo. Estos aprendizajes me han permitido ver mi vida desde una nueva perspectiva y trabajar en mi crecimiento personal.
Gracias a este proceso, deseo ser cada día mejor. Trabajo en mi paciencia para comprender mejor a los demás y mejorar mis relaciones. A futuro, con motivación y dedicación, espero tener mi propio local, lo que me permitirá disfrutar de una mejor calidad de vida y tranquilidad junto a mi familia. Mi sueño es construir un ambiente lleno de amor y respeto, donde todos podamos crecer y apoyarnos mutuamente.