
Para las mujeres migrantes, la Fundación siempre tiene un espacio para ti 💜🌍. Hoy te compartimos el testimonio de Maryuri Briceño, una mujer que, en medio de su proceso migratorio, encontró acompañamiento, escucha y nuevas oportunidades en nuestra misión.
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Soy Maryuri Castillo, tengo 47 años, soy de Venezuela y actualmente vivo en la ciudad de Cali – La Sucursal del Cielo. Antes de conocer la Fundación, me dedicaba al hogar, no tenía una meta definida ni un propósito de vida claro. Llegué a la Fundación gracias a una amiga que me habló de las orientaciones que ofrecían a personas migrantes, y decidí tocar sus puertas. Cada instante que experimenté allí fue muy especial. Compartir con mis compañeras y con las Hermanas fue algo muy gratificante y valioso para mí. Sentirme escuchada ya era una gran oportunidad. En este bonito camino aprendí a enfocarme y tener una visión más clara de lo que quiero alcanzar en mi proyecto de vida como emprendedora. Reconocí la importancia de organizar mejor mi tiempo, manejar mis cuentas, ahorrar y comprender cómo el marketing digital puede favorecer mi emprendimiento.
Este proceso ha sido muy enriquecedor para mí. Fortalecí mi Fe, me llevó nuevos saberes y talentos que no sabía que tenía. Agradezco de corazón a la Fundación El Buen Pastor por su compromiso, su apoyo, su escucha y toda la generosidad que me brindaron durante el tiempo que estuve compartiendo y aprendiendo.